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China declara que la lucha de Washington contra Huawei en la guerra de los chips no conduce a ningún vencedor
Industrias en todo el mundo se preparan para posibles interrupciones en las cadenas de suministro tras el endurecimiento de las restricciones por parte de EE. UU. al acceso de Huawei a componentes críticos, según un informe de la agencia de noticias china Xinhua.
La nueva regla, que exige que los fabricantes extranjeros obtengan licencias para vender semiconductores a Huawei, está diseñada para frenar el crecimiento de la compañía china.
"La nueva medida restringe aún más la capacidad de Huawei para obtener chips de fabricación extranjera desarrollados o producidos a partir de software o tecnología de EE.UU.", dijo el Departamento de Comercio estadounidense.
En respuesta, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, afirmó que Estados Unidos está abusando de los conceptos de seguridad nacional y poder estatal para imponer restricciones a las empresas chinas, lo que constituye "un acto hegemónico flagrante".
MEDIDA CONTRAPRODUCENTE
La decisión tomada por Estados Unidos ha causado preocupación en la Asociación de la Industria de Semiconductores del país, que teme que las restricciones en la venta de chips comerciales tengan un impacto negativo en la industria.
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El presidente de la asociación, John Neuffer, afirmó en un comunicado publicado en el sitio web de la organización: "Todavía estamos revisando la regla, pero estas amplias restricciones en la venta de chips comerciales traerán una interrupción significativa a la industria de semiconductores de Estados Unidos".
La revista Economist ha destacado que la terminación de las ventas a Huawei podría alejar la inversión de los rivales de Estados Unidos hacia otros países, y que las empresas estadounidenses podrían perder una gran parte de su participación global y sus ingresos si se prohíbe por completo a las empresas de semiconductores vender a los clientes chinos.
Según un informe de marzo de Boston Consulting Group, esto podría provocar recortes drásticos en I + D y gastos de capital, y la pérdida de entre 15.000 y 40.000 puestos de trabajo directos, empleados altamente calificados en la industria de semiconductores estadounidense.
El profesor y economista de la Universidad de Namibia, Omu Kakujaha-Matundu, ha destacado que la prohibición impuesta por Estados Unidos contra Huawei no está en línea con las prácticas comerciales internacionales de acceso justo al mercado, y que es perjudicial para la introducción de avances tecnológicos en cualquier parte del mundo.
Ya comienza a notarse un primer grupo de afectados, con el precio de las acciones del fabricante de chips taiwanés MediaTek cayendo un 10 por ciento tras la noticia. Las acciones del gigante japonés de la electrónica Sony también cayeron más de un 1 por ciento el 18 de agosto.
A largo plazo, otros países pueden enfrentar una elección más difícil, ya que las fundiciones en el sudeste asiático que dependen del negocio de Huawei pueden resentir estar sujetas a reglas extraterritoriales de Estados Unidos, y un riesgo es que esos Gobiernos se vean empujados más cerca de Beijing.
Huawei también acelerará sus esfuerzos para fabricar chips utilizando su propio conocimiento. Según el columnista de la plataforma de noticias Asia Times, David P. Goldman, las medidas tomadas por Estados Unidos dan al mundo "un enorme incentivo para eludir" a Estados Unidos, lo que aumenta el riesgo de que los norteamericanos, y no China, "se queden sin silla cuando la música se detenga".
