Delincuentes haciéndose pasar por choferes de Uber roban pertenencias de pasajeros en Aeroparque

La Policía de la Ciudad ha detenido a dos ciudadanos venezolanos de 26 y 35 años este fin de semana, acusados de cometer robos haciéndose pasar por conductores de Uber y robando a los turistas que llegaban al aeropuerto Jorge Newbery en Buenos Aires. 

Según fuentes policiales, la investigación comenzó el 24 de enero después de que una pareja denunciara haber sido asaltada por un conductor falso que solicitaron a través de la aplicación de Uber. La pareja había solicitado el viaje para dirigirse a la localidad de Benavídez, pero fueron robados en el camino.

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Después de un mes de investigación y allanamientos en la ciudad de Buenos Aires, la Policía de la Ciudad logró detener a los sospechosos y recuperar nueve teléfonos móviles y un vehículo Renault Logan utilizado en los robos. 

Los allanamientos tuvieron lugar en varios lugares, incluyendo un local de reparación de teléfonos móviles en Avenida Rivadavia al 2600 y una vivienda en calle Urquiza al 200. 

La causa fue caratulada como "Robo agravado por el uso de armas" y el Juzgado Nacional de Rogatorias a cargo de Gabriel Ghirlanda se encarga del caso en el marco de un exhorto librado por el Juzgado de Garantías 2 del Departamento Judicial de Tigre.

Cómo cayeron los sospechosos

Según fuentes cercanas a la investigación, el conductor falso de Uber hizo varias preguntas a los clientes a través de la plataforma antes de aceptar el viaje, tales como el número de personas y el equipaje que llevaban consigo. 

Además, informó que el baúl no funcionaba, y que las valijas tendrían que ubicarse en el asiento junto a la ventanilla. Estas preguntas extrañas levantaron sospechas en los pasajeros, uno de los cuales decidió ocultar su reloj de lujo entre su ropa.

Momentos después, cuando el vehículo estaba cerca de su destino, dos autos bloquearon su camino y obligaron a todos los ocupantes a bajar del auto para llevarlos hacia el lugar donde se encontraban las pertenencias. 

En ese momento, los ladrones demandaron que les entregaran "el reloj" y otros objetos de valor, lo que hizo que se delataran solos ante las víctimas.