Eclipses 2025: Guía completa de los fenómenos astronómicos del año

Un año excepcional para los observadores del cielo
El año 2025 será testigo de cuatro eclipses significativos: dos solares y dos lunares, brindando múltiples oportunidades para observar estos fascinantes fenómenos astronómicos.
Eclipses solares de 2025
El primer eclipse solar parcial del año ocurrirá el 29 de marzo, siendo más visible en partes de Canadá, donde provincias como Quebec podrán presenciar hasta un 92% del sol eclipsado. Si bien ninguna zona de Estados Unidos experimentará un eclipse total, el estado de Maine será el mejor lugar para observar el eclipse parcial en ese país.
El segundo eclipse solar del año tendrá lugar el 21 de septiembre, aunque no será visible en los Estados Unidos. Posteriormente, el 17 de febrero de 2026 ocurrirá un eclipse solar anular, que tampoco será visible desde Norteamérica. El 12 de agosto de 2026, un eclipse solar total será visible en algunas partes del hemisferio norte, incluyendo España y Groenlandia, apareciendo como un eclipse parcial en partes de Norteamérica.
Eclipses lunares en 2025
El primer eclipse lunar del año ocurrió el 14 de marzo, conocido como “Luna de Sangre”, siendo un eclipse lunar total que hizo que la Luna apareciera de color rojo. El próximo eclipse lunar total está programado para el 7 de septiembre de 2025.
Consejos para la observación segura
Es fundamental observar los eclipses de manera segura. Esto se puede lograr utilizando gafas especialmente diseñadas para ver eclipses solares, telescopios con filtros solares u otros equipos especializados. Mirar directamente al sol puede causar daño permanente a los ojos. Si después de ver un eclipse solar, usted o su hijo experimentan cambios en la visión que continúan empeorando, busque atención médica de un profesional de la vista.
Importancia cultural e histórica
Los eclipses han fascinado a las civilizaciones durante milenios. Para los vikingos, un lobo hambriento llamado Sköll perseguía y devoraba el Sol. Incluso culturas como la griega y la romana, que tenían el conocimiento matemático y observacional para predecir los eclipses, los veían como malos presagios y eventos astronómicos temibles.