Introducción: Una Fecha que Combina Historia y Humor
El Día de los Santos Inocentes se celebra el 28 de diciembre de cada año, una fecha muy popular en países de América Latina que coincide con el cierre del año y el clima distendido de las fiestas. En Argentina, esta jornada se convirtió con el paso del tiempo en una fecha casi informal dedicada a las cargadas, los engaños breves y los chistes que suelen cerrarse con la frase ‘que la inocencia te valga’. Sin embargo, detrás de esta costumbre popular hay una historia oscura que poco tiene que ver con el humor y que muchos desconocen.
Origen Religioso: La Matanza de los Inocentes
El origen del 28 de diciembre se remonta a un episodio relatado en el Evangelio según San Mateo, uno de los textos del Nuevo Testamento, donde se narra la orden del rey Herodes el Grande, quien dispuso la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén tras enterarse del nacimiento de Jesús, a quien consideraba una amenaza para su poder. A esos niños, la tradición cristiana los recuerda como los ‘Santos Inocentes’, y esta festividad cristiana fue fundada durante el siglo IV en homenaje a cientos jóvenes mártires que fueron víctimas del Rey Herodes. La Iglesia Occidental fijó el 28 de diciembre para que estuviera dentro de la Octava de Navidad, simbolizando que el nacimiento de Jesús trajo consigo tanto luz como persecución.
De la Solemnidad a las Bromas: La Transformación Medieval
Durante siglos, la Iglesia recordó esta fecha como una jornada solemne de recogimiento y memoria. Sin embargo, con el paso del tiempo, el significado original comenzó a mezclarse con otras tradiciones culturales y populares. En la Edad Media, esta conmemoración religiosa se fusionó con fiestas paganas europeas vinculadas al desorden simbólico y la burla. Durante ese día, en Francia y otras regiones de Europa, se permitía que los clérigos más jóvenes y los ciudadanos comunes se burlaran de las autoridades, se disfrazaran y realizaran parodias de los rituales eclesiásticos en un día de permisividad absoluta para aliviar las tensiones sociales.
Las Inocentadas en Argentina: Una Tradición Arraigada
En Argentina y España, es común realizar bromas telefónicas, difundir noticias falsas o incluso pedir objetos prestados que, por tradición, el dueño no podrá reclamar hasta el día siguiente. En el caso argentino, el Día de los Inocentes encontró un terreno ideal para expandirse. La fuerte cultura del humor cotidiano, la picardía social y, más recientemente, el impacto de las redes sociales y los grupos de WhatsApp potenciaron la costumbre de ‘hacer caer’ a otros con noticias falsas verosímiles o anuncios exagerados. No es casual que cada 28 de diciembre circulen titulares engañosos, supuestas decisiones oficiales o anuncios inesperados que luego resultan ser una broma. Incluso, durante años, medios de comunicación tradicionales se sumaron a esta práctica, publicando noticias ficticias que recién se aclaraban al final del día.
Conclusión: Una Válvula Social en la Cultura Argentina
Hoy, el Día de los Inocentes funciona en la práctica como una válvula social: un día en el que el engaño leve está permitido y hasta celebrado, siempre que no genere daño. Así, una tragedia ocurrida hace más de dos mil años terminó convertida, con el paso del tiempo, en una de las tradiciones más descontracturadas del calendario argentino. El 28 de diciembre combina dos dimensiones que conviven en tensión: una conmemoración religiosa que recuerda uno de los episodios más crudos del cristianismo y una tradición popular que transformó la fecha en sinónimo de humor y picardía. Entre la memoria y la risa, el Día de los Santos Inocentes sigue vigente como una de las efemérides más singulares del calendario.